El Castillo de Santiago fue construido por la Casa de Medina Sidonia entre los años1477 y 1478 bajo el patronazgo de Enrique Perez de Guzman y Meneses, II Duque de Medina-Sidonia y VII Señor de Sanlúcar. Está situado en el ángulo noreste de la antigua ciudadela construida en tiempos de Guzmán el Bueno, primer Señor de Sanlúcar, al borde de la barranca que divide el municipio en dos alturas.
Es de estilo gótico tar- dío.
Su fabrica es mixta, de tapial, mam- postería y sillería. Su planta es
cuadrangular, con barbacana y torres distribuidas en torno a un patio de
armas central. En el ángulo noreste se levanta el conjunto formado por
el aula maior y la torre del homenaje. La primera de estas
estancias es de planta cuadrangular y está cubierta por una bóveda de
ladrillo revestida de pinturas murales que representan el emblema del
duque constructor, una segur. La segunda es de planta hexagonal. El
coronamiento del aula mayor presentaba una decoración de crestería
calada gótica tardía que ha sido repuesta recientemente en parte.
Como
puede observarse en los planos levantados en 1756, gran parte de sus
paramentos eran de perfil almenado, aunque la mayoría de los merlones ha
desaparecido por el paso del tiempo y por las últimas obras en el
edificio. En el revestimiento de la parte baja de sus muros existe una
importante colección de antiguos graffities. Asimismo presenta marcas de cantería que dan una valiosa información sobre su construcción.
Uno de sus elementos más destacados por su labor escultórica es la
puerta que comunica el patio de armas con la barbacana del lado norte.
Se trata de un vano de medio punto, coronado por la imagen en medio
relieve de un tritón cuya cola doble está flanqueada por los escudos de
los Pérez de Guzmán y de los Mendoza.
El estilo de la obra es gótico tardío, aunque presenta algunos detalles
que apuntan hacia el incipiente estilo renacentista. No en vano, la
puerta está firmada en la base de uno de sus baquetones por un tal
"Marinu de Nea". Este nombre puede leerse como Marinus de Neápoli, lo
que indicaría que su autor fue napolitano.
Sin embargo, su apariencia emblemática dota al conjunto de un claro
carácter medieval. Tradicionalmente ha sido llamada la "puerta de la
Sirena", aunque no queda claro si se trata de una sirena o de un tritón.
Entre los años 1989 a 1991 se llevó a cabo un arduo trabajo de
arqueología y reha- bilitación a cargo del módulo de arqueología de la
Escuela-Taller “Tartessos”, que halló importante material medieval que
fue debidamente catalogado y estudiado. Además dicho módulo sacó a la
luz importantes elementos arquitectónicos enterrados, como por ejemplo
un pasadizo con estructura de bóveda de cañón que comunica actualmente a
una de sus murallas con las casas contiguas a la cuesta del Carril de
los Ángeles y que antaño debió de ser usado como una vía alternativa de
comunicación con el cercano palacio Ducal de los Medina-Sidonia.