El Prater era un antiguo un coto imperial de caza hasta que en 1766, el emperador José II donó esta gran extensión forestal a los vieneses, abriéndose así al público este parque atravesado por la Hauptallée como un lugar de ocio para los vieneses. Actualmente, el Prater alberga un famoso parque de atracciones que cuenta con unas 250 atracciones entre las que destaca la noria gigante o rueda de la fortuna (Riesenrad), construida en 1896-1897 por el ingeniero inglés Walter Basset. Con sus 65 metros de altura fue inmortalizada en 1949 en la película El tercer hombre y la Riesenrad se ha convertido en todo un símbolo de Viena.
