Agustina de Zaragoza fue una de las figuras más
representativas de la resistencia del pueblo aragonés contra las tropas
francesas durante la Guerra de la Independencia. Su popularidad tras el
episodio del Portillo fue enorme, convirtiéndose en el gran símbolo hispano
ante el ataque de las tropas napoleónicas, junto a otros héroes de la
mitología popular. Aunque nacida en
Reus, desde su heroico comportamiento fue
conocida como Agustina de Aragón o “La Artillera”. Aquel 2
de julio, la defensa de la puerta del Portillo había sido rebasada y los
franceses penetraban por la brecha abierta. Los servidores de una pieza de
artillería allí apostada habían caído bajo el fuego y la metralla francesa. De
pronto, una de aquellas mujeres que presurosas
ayudaban a los que defendían las improvisadas trincheras, viendo “…inutilizada la
batería y expuesta a ser asaltada… tomando la exponente un botafuego pasa por
entre muertos y heridos, descarga un cañón de a 24 con bala y metralla,
aprovechada de tal suerte, que levantándose los pocos Artilleros de la sorpresa
en que yacían a la vista de tan repentino azar, sostiene con ellos el fuego
hasta que llega un refuerzo de otra batería, y obligan al enemigo a una
vergonzosa y precipitada retirada”. Ceuta fue su ultima residencia, y allí, en
su calle Real, en el edificio conocido como la “Casa grande”, falleció el 29
de mayo de 1857. Sus restos están
depositados en la Catedral del Pilar, junto a la sepultura de las heroicas mujeres defensoras de Zaragoza durante los Sitios.