Stonehenge está conformado por grandes bloques de piedra distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. Una exterior, de 30 metros de diámetro formada por grandes piedras rectangulares de arenisca (originalmente, esta- ban coronadas por dinteles de piedra) y otro círculo de bloques más pequeños interior que encierran una estructura con forma de herradura con una losa de arenisca micácea conocida como «el Altar». Todo el conjunto está rodeado por un foso circular que mide 104 m de diámetro. Dentro de este espacio se alza un bancal en el que aparecen 56 fosas conocidas como los «agujeros de Aubrey». El bancal y el foso están cortados por «la Avenida», un camino procesional de veintitrés metros de ancho y tres kilómetros de longitud, aproximadamente. Cerca se halla la «Piedra del Sacrificio». Enfrente se encuentra la «Piedra Talón». En su comienzo era un monumento circular de carácter ritual rodeado por un talud y un foso, de modo similar a muchos otros situados en el sur de Inglaterra.
Stonehenge era parte de un complejo grande, que incluía círculos de piedra y de madera y avenidas ceremoniales. La finalidad que tuvo la construcción de este gran monumento se ignora, pero se supone que se utilizaba como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico que servía para predecir estaciones.