El viernes
22 de febrero se hizo realidad la idea de poseer un lugar de reunión para
aquellos que tengan la necesidad de dar salida a su poesía en una ciudad en
la que los espacios dedicados a la literatura son escasos. No se trata de
competir o demostrar nada, nadie será juzgado, sólo se requerirá un
mínimo de valentía para salir al acogedor escenario y compartir con los
asistentes aquello que cada uno considere oportuno.
"Este evento,surge como una alternativa cultural en la noche
de los viernes, dedicándole a la poesía un espacio que en nuestra
ciudad parece aún no haber encontrado: la calle".
El viernes
22 de febrero se hizo realidad la idea de poseer un lugar de reunión para
aquellos que tengan la necesidad de dar salida a su poesía en una ciudad en
la que los espacios dedicados a la literatura son escasos. No se trata de
competir o demostrar nada, nadie será juzgado, sólo se requerirá un
mínimo de valentía para salir al acogedor escenario y compartir con los
asistentes aquello que cada uno considere oportuno.
"Este evento,surge como una alternativa cultural en la noche
de los viernes, dedicándole a la poesía un espacio que en nuestra
ciudad parece aún no haber encontrado: la calle". 